NARRA SERGIO
Mientras bailaba y me besaba con Louis, Evelyn
salió corriendo, su madre había entrado en coma… Según me enteré, fuimos todos
corriendo detrás de Evelyn a acompañarla al hospital. Al poco rato de llegar al
hospital, Louis y yo debíamos marcharnos, pues teníamos que hacer las maletas.
Me disculpé a Evelyn, pero me dijo que no pasaba nada, que lo entendía…
Cuando llegué a mi casa, mis padres ya se
habían ido a dormir… Hice la maleta todo lo rápido que pude y me fui a dormir.
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El domingo por la mañana me desperté a las
ocho, pues ya no podía dormir más. Ya tenía la maleta hecha, y Louis vendría a
por mí a las nueve y media. Como no sabía qué hacer, me puse en el Tuenti un
rato, y vi que Louis estaba conectado.
*Conversación tuenti*
Louis – Amor, ¿no puedes dormir más?
Yo – No, me he desvelado, y te echo de menos…
Louis – Si quieres paso a buscarte ahora y
desayunamos juntos en un bar.
Yo – Perfecto.
Louis – Pues ya salgo. Te amo.
Yo – Ok. Y yo a ti.
*Fin conversación tuenti*
Me vestí y cogí mi maleta, y cuando llegó Louis
bajé corriendo, dejé la maleta en el suelo y me tiré a besarlo.
Louis – ¿A qué viene esto?
Yo – Que te echaba de menos, mucho.
Louis – Tenemos una semana por delante sin
separarnos.
Yo – Esa idea me encanta.
Le besé, y luego fuimos a desayunar. A las diez
menos veinte salimos para el aeropuerto.
A las once menos veinte o así vimos de repente
llegar a los chicos y las chicas.
Yo – ¿Evelyn? ¿Está mejor tu madre?
Evelyn – No lo sé, ahora vamos a verla.
Louis – ¿Y si tienes que ir que haces aquí?
Harry – ¿Encima que venimos a despedirnos te quejas?
Louis – No hombre, solo que deberíais estar en el hospital.
Yo – No es por molestar pero salimos en diez minutos.
Zayn – Pues eso, que os valla bien.
Evelyn – No lo sé, ahora vamos a verla.
Louis – ¿Y si tienes que ir que haces aquí?
Harry – ¿Encima que venimos a despedirnos te quejas?
Louis – No hombre, solo que deberíais estar en el hospital.
Yo – No es por molestar pero salimos en diez minutos.
Zayn – Pues eso, que os valla bien.
Luego nos subimos al avión, nos sentamos juntos
y fuimos todo el viaje agarrados de la mano.
Al llegar a Londres, cogimos un tren hasta
Doncaster. En Doncaster me esperaban las presentaciones con la madre y hermanas
de Louis… ¡Qué nervios!
Me presentó a su madre como su novio:
Louis – Hola mamá. Mira, este es mi novio Sergio.
Sergio, ella es mi madre, Johannah.
Jay – Hola Sergio. Puedes llamarme Jay.
Yo – Hola.
La di dos besos, y subimos a la habitación de
Louis. Yo estaba muy cortado… Al rato entraron dos niñas gemelas en la
habitación, y Louis me las presentó, eran sus hermanas, eran gemelas, tenían 7
años, por lo que me presentó como un amigo. Se llaman Phoebe y Daisy.
Luego ya se fueron, y nos dejaron deshacer la
maleta tranquilamente. Luego estuve hablando con Louis.
Yo – Puff, qué nervios cuando me has presentado
a tu madre… ¿Pero parece que la he caído bien no?
Louis – Sí, jajaja, no te preocupes, mi madre
no te va a comer… Quien te va a comer soy yo… A besos…
Y me dio un beso que me hizo olvidarme de todos
los nervios, hasta que de repente entró una chica de unos 13 años.
Charlote – Louis, ¿qué haces?
Louis – Besar a mi novio, ¿te importa?
Charlote – No, la verdad es que no. (Ahora dirigiéndose
a mí) Hola, soy Charlote, la hermana de Louis.
Yo – Encantado, yo soy Sergio, y creo que ya
sabes quién soy…
Charlote – Sí, me ha quedado claro jajaj, bueno,
os dejo solos.
Charlote salió de la habitación y Louis cerró
la puerta.
Louis – Perdón por las interrupciones, Charlote
es así, es muy entrometida, pero te caerá bien.
Yo – Jajaja, no pasa nada. ¿Por dónde íbamos?
Y seguimos besándonos. Luego Louis me llevó a
dar un paseo por Doncaster, para que conociese su pueblo. Como era invierno,
estaba nevado, y era precioso.
Volvimos al poco tiempo. Louis y yo hicimos la
comida, pues habíamos ido precisamente a ayudar a su madre.
Cuando nos sentamos a comer, Louis me presentó
a la única hermana que todavía no había visto.
Louis – Ella es Felicite, mi hermana. Tiene 11
años.
Yo – Hola, soy… un amigo de Louis.
Felicite – No te preocupes, se que sois novios.
Yo – Eeemm jajaj, ok.
Luego nos pusimos a comer. Jay estuvo
contándonos cómo se hizo el esguince. Decía que había ido a comprar, pero se
resbaló con el hielo y se hizo el esguince.
Después de comer, Louis y yo quitamos la mesa,
mientras Charlote fregaba los platos. Cuando terminamos, decidimos llamar
Evelyn para preguntarla por su madre, pero no cogía el teléfono. Como siempre,
lo llevaría en silencio.
Al cabo de un rato, Louis me hizo una pregunta:
Louis - ¿Cuándo… ya sabes… estarás preparado…?
Yo – Te prometo que en poco, el día que lo esté
lo sabrás.
Louis – No te lo tomes a mal, solo era
curiosidad.
Me besó y me dijo que esperaría todo lo que
hiciese falta. Luego estuvimos limpiando un poco la casa… Era cansado hacer
todas estas tareas, pero la madre de Louis lo necesitaba, y aunque Louis me
había dicho que no hacía falta que le ayudase, yo quería, pues así pasaba más
tiempo con él.
Al rato, llegó Jay, y me dijo que fuese un
momento con ella, que quería hablar conmigo.
Louis – Mamá, no le agobies por favor.
Jay – No es nada, solo le voy a preguntar una
cosilla.
Me llevó a la cocina, yo no sabía qué me iba a
decir.
Jay – Lo primero…
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